martes, 21 de octubre de 2014

Del amor y otras mierdas sentimentalistas

No recuerdo quién fue mi primer beso, pudo haber sido un primo o el vecino de al lado, con ambos me daba besos por aquel tiempo, besos inocentes, de niños. Con mi primo me daba besos debajo de la mesa y con el vecino en un poste, yo me colgaba de él cual princesa de cuento y mi vecino se inclinaba para besarme. Hoy en día a duras penas les doy el saludo, mi ex-vecino y ex-besador es ahora padre, lo fue desde que era aún un adolescente, y el otro, mi primo; es un gomoso del ejercito y toda esa mierda, muy seguramente para intentar huir de su instinto criminal.. ¡Ops! Se me chispoteo. 

El concepto del amor, las relaciones de pareja y toda esa chorrada, ha ido cambiando bastante con el tiempo para mí y vaya usted a saber cuántos cambios de mentalidad me habrán de faltar todavía. Recuerdo a otro vecino de mi niñez también, que vivía en la casa de al lado y nuestros balcones quedaban casi juntos, así que todas las tardes después del colegio yo me sentaba ahí a hablar con él de trivialidades, así empezó todo hasta que con el tiempo comenzamos a besarnos, él en su balcón y yo en el mío ¡Qué cursilería! En fin, al son de hoy ni su cara recuerdo ya. 

Yo antes no era tan escéptica con lo que respecta a toda esta mierda sentimentalista, yo también llegué a suspirar pensando en "peladitos", particularmente me gustaban mucho los primos de una de mis primas, suena a redundancia pero no lo es. Me llegaron a gustar varios, pero la realidad es que nunca llegué a tener nada con ninguno y en la actualidad agradezco que haya sido así. Tuve noviecitos de la niñez-adolescencia que me rompieron el corazón por momentos breves, cuando te rompen el corazón y aún eres tan joven sientes que es el fin del mundo, luego creces y te das cuenta de que pueden hacerte cosas mucho peores.

En fin, todos sufrimos un proceso largo y tedioso con respecto a nuestro concepto del amor y todo lo referente a ello, lo que piensa cada uno suele ser meramente subjetivo, siempre depende de la situación actual y de la experiencia, dos sucesos que son de carácter muy personal y que pueden variar mucho de una persona a otra. Nadie puede decir que sabe con certeza lo que es el amor, ni mucho menos lo que representa y si alguien cree saberlo, ese alguien es un pendejo. Si me pongo a estudiar mi situación en particular, yo siempre he sido en el amor un poco tonta, un poco escéptica, un poco infiel y un montón inestable. 







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