martes, 19 de diciembre de 2017

Decir adiós

Es curioso cómo el tiempo va transformando los sentimientos, al principio él no era realmente relevante en mi vida, hablábamos a veces, nos veíamos casualmente, muy casualmente diría yo, me parecía una persona con luz pero nunca lográbamos compartir lo suficiente para que llegara a tocarme realmente, hasta que un día las cosas comenzaron a cambiar.

Me pidió que lo acompañara para celebrar su cumpleaños, eramos solo nosotros dos, comiendo y hablando, tratando de entendernos entre las barreras lingüísticas, era agradable compartir con él, cuando caminamos hacia el metro yo no quería irme, se sentía bien estar con él, entonces me besó, nos besamos y aún así no fue mayor cosa lo que cambió ese día, pero allí se dio el primer paso hacia algo mucho más grande. 

Llegó una segunda cita, una tercera y así nos fuimos yendo, desnudamos nuestros cuerpos, desnudamos de a poco nuestras almas, nuestros deseos, nuestros miedos, él conoció a mis amigos y yo conocí a los suyos, su sonrisa y su mirada comenzaron a ser mis paisajes favoritos, todo era magnético, era imposible abandonar la cama, separar el abrazo y los besos, decir adiós era desafiante. 

Hubo un momento en el que no pudimos vernos por algunas semanas, semanas que parecieron años, pero ese pequeño tiempo de "separación" pareció reforzar las cosas, aclarar los pensamientos y los sentimientos... Nos sinceramos un poco más el uno con el otro, tuvimos que enfrentar miedos y esquemas mentales. "Love and peace are the same" dijo, y ahí supe que estaba enamorada, porque él era eso para mí, paz absoluta. 

Sabíamos que llegaría el día en el que habría que decir adiós, aunque no sabíamos y aún no sabemos por cuánto tiempo, sin embargo, nadie te prepara para dejar ir algo tan grande. Allí, en el aeropuerto, en frente de la puerta hacia los vuelos internacionales le dije adiós y una vez que nos separamos todo empezó a lucir diferente y las lagrimas vinieron para limpiar mis ojos. 

Además de su partida, todo sigue igual en mi vida, pero no parece estarlo, parece como si todo ahora fuera diferente, hasta el aire se siente más denso, más difícil de respirar... ¿Cuántas memorias pueden caber en 3 meses? ¿Cuántas experiencias? ¿Cuánta nostalgia?.. En este momento, mirando cómo el cielo atardece, recuerdo los colores que vi en el mismo firmamento ayer, a su lado, mientras recostaba mi cabeza en su regazo, el cielo es el mismo pero se siente ahora tan diferente.