sábado, 11 de abril de 2015

Mujer, si quieres follar, folla.

Teniendo en cuenta que estamos en el siglo XXI y que ya hace muchos años que las mujeres estamos luchando por tener igualdad de derechos, yo me pregunto porqué aún hoy en día hay tantas mujeres que se cohíben de hacer ciertas cosas porque las consideran indignas para el género y propio de los "caballeros". 

Estoy convencida de que si en la actualidad aun existe machismo, este está fomentando en la mayoría de los casos por las mismas mujeres, que en muchas oportunidades permiten que se nos siga estigmatizando bajo una serie de parámetros que hace muchísimo tiempo deberían estar mandados a recoger, el caso y para no echar mucha lora, es que si desean follar con alguien qué las detiene a hacerlo.

Ese cuentico de hacerse esperar o de que para los hombres está bien hacerlo con cuanta mujer se les atraviese e incluso ser infieles a su pareja, pero que para la mujer es un acto atroz dejarse llevar por sus instintos y sucumbir al deseo ¡Es una completa estupidez! Una estupidez que muchas mujeres aceptan como una verdad universal y dejan que sus vidas pasen bajo la sombra de cualquier pendejo que hace y deshace con ellas. 

Aclaro, que no quiero incitar a nadie  a que salga y se revuelque con el primero que se le cruce en el camino, esa precisamente debería ser la única diferencia en términos sexuales entre un hombre y una mujer, nosotras en la mayoría de los casos estamos en la capacidad de acostarnos con quien queramos, deberíamos aprovechar ese beneficio y hacer uso de él, mientras que los hombres suelen acostarse con la primera que caiga y les abra las piernas de par en par. 

Mujeres, estamos en un momento de la historia en el que podemos tomarnos el mundo, no dejemos que nuestros deseos sean cohibidos por imaginarios colectivos machistas, no caigan ni alimenten ese juego que nos deja a todas estancadas en un pasado de opresión, hoy tenemos la libertad de escoger, escojan la libertad, el libre albedrío. No dejen de ser selectivas con respecto a con quien quieren estar, pero en el momento que el deseo emerja no lo coarten, déjenlo ser.