lunes, 7 de septiembre de 2015

Heridas que no aquejan

Cuando las cosas parecen no andar bien en nuestras vidas, es normal desanimarse, perder la confianza en uno mismo, estar intranquilo; pero qué sentido tiene. Hace poco comencé un reto para no quejarme durante un mes y me di cuenta de que gran parte de las tristezas de nuestra vida provienen de allí, de las quejas; estos días sin quejarme (o por lo menos intentando) he descubierto que al no hacerlo, los problemas desaparecen mucho más rápido, ya sea dolor, desespero, inconformismo, impotencia... Al no centrar nuestra mente en dichas situaciones, desaparecen rápidamente y por ende dejan de ser un problema.

Últimamente he tenido varios conflictos personales, no consigo trabajo, mis relaciones interpersonales no son precisamente un ejemplo a seguir y pues el tiempo comienza a parecer bastante inclemente, sin embargo, al decidir no quejarme he ido sacando de mi cabeza poco a poco estos inconvenientes, ya no me quitan el sueño y ahora solo los recuerdo mayormente cuando me hablan o me preguntan directamente por ellos, lo que me parece bastante curioso, porque hay personas que quieren saber porque se preocupan y sin embargo, al indagar, a veces causan un daño más grande, porque hunden su dedo en las heridas.

En fin, a vivir más, a reír más, a descansar más, a disfrutar más y a quejarse menos.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario